lunes, 28 de noviembre de 2011

60. Renuncie


Manizales 25 de Noviembre de 2011

Señor
JUAN MANUEL LLANO URIBE
ALCALDE DE MANIZALES

Señor Alcalde, nada de malo hay en que usted nos diga que no va a renunciar, porque lo más lógico, sí, es que dé la cara, que asuma las consecuencias de lo mal que la estamos pasando los manizaleños por sus malos manejos administrativos y financieros. La cuestión, es que usted hace menos de un mes junto al Gerente de Aguas de Manizales nos dejo 15 días sin agua potable y frente a un duelo civil por la tragedia ocurrida el 05 de Noviembre en el barrio Cervantes (con casi 50 muertos y 40 familias damnificadas) y la ciudad todavía no recibe una explicación razonable y coherente acerca del por qué sucede esto tan triste bajo su mandato.
Sin intenciones de recordarle otros hechos lamentables en los que usted como dirigente de Manizales se ha visto envuelto, observo impotente como mi situación, la de mi familia, y la de muchos otros manizaleños tiende a empeorar: a lo mencionado se le suma la reciente suspensión del gas, los problemas de movilidad en los tiempos debidos dentro de la ciudad, el déficit en la economía de gran parte del bolsillo de los manizaleños, entre otros lamentables hechos  que mi ánimo no precisa mencionar. Mientras usted, sigue ahí, buscando culpables, que lejos están de su siniestro plan de Alcalde, y sin dignarse a cometer el mínimo gesto de respeto y condolencia con nosotros, los afectados, los manizaleños, los habitantes de ésta ciudad, el mínimo gesto de presentar una disculpa pública. Es por eso, por su negligencia, deshonestidad y falta de solidaridad con éste momento difícil que estamos pasando, que solicito su renuncia como Alcalde de Manizales. ¡Renuncie!

Lina Marcela Giraldo
CC. 1.053.773.192

Con Copia a la Procuraduría General de la Nación

Un verdadero reto


De @rafaecheverrig

En un verdadero reto se convierte a estas alturas escribir acerca de las crisis que ha venido sufriendo Manizales sin caer en terrenos ya comentados una y mil veces. La ciudad mantiene en el aire un ¿por qué? aún sin respuesta y atenta a los resultados que la "investigación exhaustiva" pueda arrojar, recupera poco a poco la normalidad a la que nos acostumbramos, con la incertidumbre de cuál será la tragedia de esta semana.

Durante décadas nos dedicamos a querer convertir nuestra amada ciudad intermedia en una metrópoli y a jactarnos de la excelente calidad de vida que en Manizales se tiene, hoy estamos más cerca de ser un pueblito otra vez y ni hablar de la sensación de calidad de vida que tenemos.

Según se dice, la Luis Prieto nuestra principal planta de tratamiento, sigue en riesgo, en la calle se rumora que toda esa montaña peligra con caer y si Homecenter no vende tubos de 32 pulgadas mucho menos va a vender plantas de tratamiento de agua. Surgen entonces las inquietudes ¿por qué nuestra planta sigue allí, por qué no se había trasladado antes a otro sitio? ¿por qué si el problema es el pastoreo se permitió durante tanto tiempo? ¿por qué a esa montaña no se le habían hecho trabajos para prevenir su deslizamiento? En este aspecto lo que hay son acciones por tomar.

Aguas de Manizales, de acuerdo al resultado de la investigación, tiene un complejo trabajo de recuperación de imagen, primero con sus principales clientes, nosotros los manizaleños, porque incluso si la empresa es exhonerada de toda responsabilidad, el sinsabor queda. Fuera de la ciudad será más grave si es señalada como culpable por aquello de la pérdida de muchas credenciales y certificaciones que le daban ventaja.

Por otro lado la Alcaldía tendría que desarrollar un plan de acción conjunta para emergencias, de tal forma que no solo los bomberos, la Cruz Roja, el GER y el BYR estén listos a actuar, mucho más cuando se declara a toda la ciudad en alerta roja. En esos momentos contar con ingenieros de acueductos, estructurales, geólogos, etc. podrían ser decisivos para prevenir desastres como el de el Barrio Cervantes, en una ciudad que se recorre de punta a punta en 20 minutos sin sirena.

Efigas por su parte, podría pensar en unas centrales locales de almacenamiento y abastecimiento, de tal forma que cuando falle el gasoducto, cosa que en nuestra geografía y con las condiciones actuales de invierno no es nada raro, se pueda sostener el servicio, así sea de forma racionada. Ahora bien, en medio de mi ignorancia no tengo la menor idea si se puede hacer, no sabría decir si el gas natural debe estar en flujo constante o puede ser almacenado.

Para terminar el viacrusis están las vías, es imperativo para nuestra ciudad tener vías terrestres de calidad hacia Bogotá y Medellín (no podemos olvidar que los paisas piensan tener su propia autopista al mar), igualmente hacia los puertos, a La Dorada para llegar a la troncal y de ahí al Atlántico y a Pereira para seguir a Buenaventura.

Ni hablar del aeropuerto, el Aeropuerto del Café, olvidando su simplístico nombre (dudo que en Suiza haya un AeroQueso o en Argentina un AeroBife), se va a demorar otro "poquito", el estado normal de La Nubia es cerrado, no llegan aviones de carga y  además pagar medio millón de pesos por un vuelo de 35 minutos es un crimen. Santágueda que era tal vez la opción más económica y adecuada para la realidad de la ciudad ya fue parcelado.

No nos digamos mentiras que hoy por hoy el aeropuerto más efectivo de Manizales se llama Matecaña, nuestras industrias están construyendo nuevas plantas lejos de la ciudad y bajo esa perspectiva la Zona Franca Andina pierde todo su atractivo, mientras no sea para desarrollar software o servicios intangibles.

Preocupan las posiciones de manizaleños que creen que defendiendo a capa y espada a quienes les dan la papita ayudan a la ciudad, que la solución es seguir encerrados y aislados, que la rosca azucena a la que la ciudad le debe gran parte de su pasado es el único futuro. En este momento pensar en el "qué dirán" típico manizaleño debe tenernos sin cuidado, primero hay que arreglar la casa y luego salir a venderla.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Editorial de Eje Noticias, Armenia

Este editorial se publicó en el periódico Eje Noticias de Armenia, dirigido por el manizaleño José Octavio 'Pepillo' Marín.

Uno de mis amores de infancia

Aunque hoy me siento más quindiano que los mismos quindianos, jamás podre olvidar mi origen, mi lugar de nacimiento, la tierra que me vio nacer, disfrutar de mi niñez, mi juventud, mi formación, parte de mi vida personal y profesional. Manizales, la ciudad de las puertas abiertas, la capital de las ferias en América, la ciudad universitaria de Colombia, en fin, muchos calificativos para esta tierra que alguna vez fue el epicentro del viejo y gran Caldas.

Esa ciudad, tierra de grandes visionarios, apasionados por construir grandes empresas,  fundada en plena montaña, desafiando los imponderables por ingenieros y arquitectos que levantaron sobre sus laderas miles de viviendas y pesadas edificaciones, hoy es escenario de las noticias más dolorosas, durante un año aciago para los caldenses, que comenzó con la caída de su gobernador por permitir el ingreso de las apuestas a su despacho lo que originó su destitución; el turno fue para su alcalde Juan Manuel Llano duramente cuestionado por su pobre administración; posteriormente la inclemencia del invierno que arrasó con la bocatoma dejando a no menos de quinientos mil habitantes sin agua y hace menos de una semana, de nuevo el invierno y la falta de atención y prevención de las autoridades que generó la grave tragedia del barrio Cervantes, cuando un deslizamiento de tierra se llevó cerca de 16 viviendas segando los sueños de 49 personas que desaparecieron entre toneladas de lodo y piedras causando la peor tragedia que haya vivido la capital caldense y sí se quiere el
eje cafetero en su historia.

De niños corrimos, jugamos y disfrutamos de nuestra infancia por esos mismos sectores. Cervantes es un barrio de gente humilde y trabajadora, ubicado entre lo que fuera la factoría de Tejidos Única, el comando central de la policía en Caldas, el barrio Linares y el parque los Fundadores. Allí conocimos nuestro primer amor, por esa misma ladera por donde descendió el horror de la muerte, soñamos con nuestros amigos de entonces, amigos que hoy lloran ante la tumba de los suyos, de los nuestros.

Hace quince años Dios y el destino me trajo con mi familia al Quindío, a esta bella  ciudad que amo y disfruto a plenitud y de la cual no me quiero ir, así unos cuantos vociferen a los cuatro vientos que debo de abandonar lo mío. Ni lo piensen, ni lo sueñen. Armenia es mi ciudad, el Quindío es mi paraíso y Manizales fue la tierra que me vio nacer.

Por eso hoy siento dolor, tristeza, impotencia y nostalgia al ver el barrio donde mi padre levantó su primera vivienda que a escasos ciento cincuenta metros estuvo a punto de colapsar en el desastre. Seguramente fue cosa del ayer, de un pasado que jamás se olvida, de una época que quedo gravada en nuestra mente y que disfrutamos a plenitud. El hoy nos dice que muchos de nuestros amigos de entonces y que jamás abandonaron su entorno sufren las inevitables consecuencias de la vida, producto muchas veces de la indolencia del estado, de los gobiernos y las autoridades. Con la tragedia del barrio Cervantes de Manizales, regresaron a nuestra mente muchas de nuestras inolvidables historias, el fútbol, el deporte, las aulas, los amigos, el paso del tren y su estridente sonido, la grabación de la legendaria película colombo- italiana Los Aventureros, la llegada del hoy técnico del Once Caldas Fernando el “pecoso” Castro al sector, los triunfos de Herman Loaiza en el ciclismo, personajes de la educación, la banca y profesionales que hoy son ampliamente reconocidos en el concierto local, nacional y mundial, en fin, tantas cosas juntas.

Tengo la absoluta certeza que la gran mayoría de los quindianos sienten como propio el mismo dolor que hoy sentimos, ya que por tradición e historia, caldenses y quindianos siempre nos hemos identificado y los nexos familiares han sido tradicionales, por nuestras venas corren nuestros antepasados.

Desde la distancia, desde mi nueva querencia, lloro de impotencia ante el dolor que padecen los manizaleños. Dios guarde en su seno a los caídos en el desastre del barrio Cervantes. Uno de mis barrios, uno de
mis amores de infancia.


El Director

59. Cordial Saludo


Cordial Saludo,


La presente es con el ánimo de solicitar su renuncia, por su incompetencia, deshonestidad y mala voluntad para con nosotros los Manizaleños. No voy a enumerar los lamentables hechos de los cuales ha sido  usted participe y principal protagonista, porque son más que evidentes y hoy por hoy enlutan al pueblo Manizaleño. Por su orgullo propio,  por el respeto que la gente honesta se merece, y por el bienestar de la ciudadanía,  renuncie.




Copia a la Procuraduría General de la Nación.


Atentamente.

Juan Sebastián Bonilla Botero
cc. 75 091 135

58. Renuncie


Manizales 23 de noviembre de 2011

Señor
Juan Manuel Llano Uribe
Alcalde de Manizales

He estado ejerciendo el derecho ciudadano por 8 años y he visto con interés cada uno de los acontecimientos que atañen a mi ciudad y usted representa todo aquel gamonalismo torpe que tiene a Manizales en la inopia ya que hace parte de la clase que quiere gobernar pero no tiene idea de cómo, usted podrá tener sus talentos y capacidades como cualquier persona, pero la planeación, previsión y enfoque necesario para manejar esta ciudad, no.

Es alguien que quiso seguir los entusiastas ánimos de amigos que pensaron en usted como la mejor manera de que esa amistad fuera parte del armazón que mantiene intacta en la administración pública municipal a esos grupos afianzados por su partido político feliz acá se atarsanan demostrando que siempre piensan en la capacidad de aferrarse a sus puestos de trabajo y beneficiar a los suyos; y la capacidad, la respuesta y la administración en sus resultados les importa poco, “bien o mal le fue, que nos importa, acá seguimos”, esa es la política de Manizales y usted en este momento la representa.

Ya queremos lideres serios, queremos verdaderos funcionarios, servidores públicos que hagan eso, que le funcionen y le sirvan al público, en este momento usted no es eso, lo único que logró fue que por su inoperancia Manizales se viera unida para hacer una versión moderna del Bogotazo por haber manoseado nuestro sistema de transporte público y con San José, no podía pretender sacar miles de personas de su entorno a vivir en cajas de fósforos y que nos paráramos a aplaudir. Que más podría decirle, hay otra serie de cartas que hacen excelso repaso de su accionar y con esto solo me uno a ello.

Vamos alcalde usted bien le dijo a unos de sus secretarios renunciando que bien por el que se podía ir, no sé qué lo amarra a esto, hágase y háganos el favor y de diciembre descansamos todos, usted y la ciudad.

Jose Ricardo Trujillo
CC. 75104407

Con Copia a la Procuraduría General de la Nación

¡Vamos a levantarnos!

Tomado de La Patria, el 23 de noviembre. Por @mariagiraldo, Maria Carolina Giraldo


¿Cuál de los grandes pueblos de la humanidad no ha tenido una crisis? Justamente su grandeza se basa en la capacidad que tuvieron de sortear los retos con una actitud crítica y propositiva para salir adelante. 
Este ha sido un año especialmente difícil para los caldenses. Pero nosotros, nietos de arrieros, que dejaron Abejorral y Sonsón buscando una mejor vida, también llevamos en nuestros genes ese anhelo por un futuro más próspero. 
Vamos a empezar por reconstituir nuestra identidad como ciudadanos cívicos y solidarios, ayudando en la reconstrucción de los hogares y las vidas de damnificados del barrio Cervantes. Ese será el símbolo fundante de nuestro cambio. Ya hay un grupo de gente muy generosa trabajando en este frente, pero aún se necesitan más ayudas, más donaciones, más voluntarios. 
También es importante que basemos este gran cambio en una actitud crítica y responsable sobre lo que nos ha sucedido, solo así podremos evitar repetir esta historia. No vale enfocarnos solamente en el futuro y dejar lo ocurrido atrás, todos debemos asumir las responsabilidades que nos corresponden. Lo único que puede permanecer en el pasado son los tiempos de irresponsabilidad ciudadana y política. Tampoco se trata de levantarnos exaltando a nuestros ancestros de raza pujante con retóricas vacías de contenido, ideas, acciones y compromiso.
Vamos a conocer mejor nuestro territorio, cuidar el medio ambiente, aprenderlo como nuestra casa y sacar de él un provecho responsable y sostenido para nuestro desarrollo económico. Proyectos como Procuenca, ya nos demuestran que esto es posible. 
Vamos a refundar la vocación productiva de la ciudad y a generar empleo y posibilidades de desarrollo para todos los caldenses. Más de 80.500 personas votaron por hacer de la educación una prioridad en el ámbito público y privado. La idea es que podamos fortalecer la educación para convertir a Manizales en una ciudad de conocimiento, en la que su principal producto de exportación sean las ideas, no los ciudadanos. El proyecto de Escuela Activa y contar con inversionistas extranjeros desarrollando, con ingenieros locales, planos hidráulicos y eléctricos para construcciones en Europa, nos muestran que tenemos todas las potencialidades para apostarle al conocimiento. 
Vamos a reconstruir la forma de hacer política en Caldas, basada en el respeto por el ciudadano y la búsqueda del bienestar general, en la cual los bienes públicos pertenezcan a todos. Vamos a salir de nuestros años de inercia política, vamos a elegir candidatos por sus ideas, sus acciones, su coherencia y su responsabilidad con sus electores. 
Esta crisis sirvió para que jóvenes valientes salieran de su anonimato ciudadano, organizaran masivas marchas, se animaran a tomar cursos de participación ciudadana y exigieran responsabilidad a aquellos que han elegido mediante su voto. Tengo depositada en ellas la esperanza por un cambio en la política en Caldas. 
Vamos a fortalecer la relación con nuestros vecinos, fuimos grandes cuando fuimos uno, es necesario que nos sobrepongamos a años de peleas y roces. Tenemos la gran potencialidad de convertirnos en una conurbación de cerca de 2 millones de habitantes, los odios del pasado no pueden privarnos de esta gran oportunidad. Requerimos pensar en un desarrollo planeado, consensuado equitativo y justo para los tres departamentos y el Norte del Valle. 
Lo más satisfactorio de todo es que estas ideas no son mías, es decir, están bien pensadas, bien formuladas, son consensuadas. Estas propuestas son el producto de varios procesos participativos que se vienen adelantando en el Departamento desde hace años, como Manizales 2019, Estoy con Manizales (http://manizales2032.ning.com), Caldas Territorio Socialmente Responsable (www.observatoriorse.org) y el foro ciudadano por la educación, entre otros. Estos son espacios abiertos, todavía en construcción, con muchísimos frentes de acción, más que los resaltados en esta columna. En estos escenarios todos los ciudadanos estamos invitados a comprometernos, participar, aportar y trabajar para hacer de Caldas un mejor lugar para todos. 
Que las víctimas del barrio Cervantes sean el detonante para probarnos a nosotros mismos, y si queremos a Colombia, que no somos inferiores a nuestros ancestros, que a punta de azadón y pala, le dieron al país su primer producto de exportación, su primera fuente de desarrollo, su primera identidad Nacional.

De tanta columna ya no ve el bosque

De Pedro Felipe Hoyos Körbel.  Tomado de La Patria, 23 de noviembre de 2011.

Muchos ciudadanos sentimos escozor cuando le echamos una mirada a la política local. Tratamos de analizar las causas y los efectos y llegamos, la mayoría de las veces, a la conclusión que Manizales vive su peor momento, creemos que vivimos una crisis estructural. No se trata de un mal alcalde, se trata de todo un esquema de gobierno que no da los resultados que la comunidad espera y merece. Y no se trata de sancionar más leyes.
¿Qué debe hacer el manizaleño para aportar a incrementar el nivel de vida de su ciudad y rechazar cualquier deterioro? Porque la responsabilidad la tenemos cada uno de nosotros; cito la frase del finado JFK: "Pregúntate qué puedes hacer por el Estado y no qué puede hacer el Estado por ti".
Dentro del esquema democrático de gobierno hay muchos espacios y actitudes que ayudan a mantener en armonía todo el aparato. La democracia sabiéndose falible le permite a la sociedad civil actuar en pos del bien común. En Manizales hay dos reconocidas entidades que están ejerciendo un control político ya que los partidos y lo que resta de ellos, están, casi todos, captados por la coalición de contratistas. Son ellas la Corporación Cívica de Caldas y la Sociedad de Mejoras Públicas. Ellas son supraentidades que representan a la sociedad sin compromisos con ningún sector o gremio. Ellas no representan a los comerciantes, o a los gremios o a los obreros, ellas están por el respeto de las leyes que nos cobijan por igual (con esto no quiero decir que las otras entidades no tengan razón de ser, todo lo contrario, son importantísimas). La mira de estas dos entidades es el bien de la sociedad que se da cuando las leyes son respetadas. La CCC viene trabajando hace muchos años en ese tema y ha logrado mucho para que el Estado de derecho no sea atropellado continuamente; igualmente la SMP se viene perfilado como ente que sabe que tiene una responsabilidad política y está empezando a construir argumentos políticos que no desmerecen en nada lo realizado por el padre Adolfo Hoyos y esos otros abnegados líderes cívicos de antaño. Esta es una tarea compleja que debe tener mucho tino y sobre todo continuidad.
La CCC y la SMP no son órganos de control del Estado, eso fue lo que confundió el alcalde Lla-no cuando reaccionó a la "petición" de renuncia que presentaron estas dos entidades. Ellas pueden pedir la "renuncia" de un alcalde, pero son las entidades de control del Estado las que decretan la suspensión o destitución del funcionario.
Los manizaleños que queremos una ciudad buena, donde haya equidad y un Estado de derecho, debemos fortalecer estas entidades. Son ellas la gran esperanza de la ciudad. Los incendios de los años veintes fueron fatales, pero no hubo 48 muertos. Esta vez el daño material no fue tan grave, no fue destruido todo el centro comercial de la urbe, más sin embargo el daño fue enorme. Si lo analizamos con calma, concluimos que Manizales afronta otra reconstrucción. Señalar y castigar a culpables es parte del protocolo de urbanidad que debe realizar la ciudad, pero aquí no se puede suspender el trabajo de reconstrucción. Con estas crisis la ciudad, como en otras épocas, debe crecer y salir fortalecida. Se debe analizar, sin traba alguna, qué fue lo que pasó y cómo se puede remediar estructuralmente el daño moral, político y material. Todas las ciudades del mundo han sufrido estos momentos aciagos y han sabido salir a flote en poco tiempo.
El Alcalde, con el mal manejo político de estas catástrofes, ha llevado a la comunidad a un grado de escándalo y exasperación nunca conocido. Para que la gente de Manizales chifle a doña Josefina Uribe, la respetable madre del burgomaestre, en una de las misas por las víctimas del barrio Cervantes, se necesita mucha inconformidad y es señal de una gran frustración. Manizales va en camino de perder la fe en sus gobernantes y las consecuencias son fatales y van mucho más allá de lo que se pueden imaginar estos contratistas-políticos.
Manizales está dolida y confundida, se siente abusada. Lo más urgente que se le debe dar a esta ciudad es paz. Ella no consentirá que si hay culpables, estos no sean castigados ejemplarmente. Y si no hubo culpables, que ella pueda asumir, sin margen de duda, que todo fue una fatalidad, que fue fuerza mayor. 
Invito a los manizaleños de bien a luchar al lado de estas entidades, para que esta reconstrucción sea cívica y transparente, que sea manizaleña.